La iluminación espiritual

Frases Mercado

Citas Mercado


No nacemos con dominio propio, no lo venden en los supermercados ni en las tiendas naturistas, no es materia en ninguna universidad del mundo, se trata de un habito adquirido, una disciplina para la que se requiere prepararse.

Mercado. Lugar donde se fija el precio de la gente y otras mercancías.

Ocupamos el templo con el dios Mercado, el nos organiza la economía, la política, los hábitos.

En un mercado en alza, lo suficiente de sus malas ideas dará sus frutos por lo que nunca va a saber que usted debe tener un menor número de ideas.

La tercera justificación de la desigualdad le carga las culpas al gobierno, sea el que sea. Los gobiernos -viene a decir- promueven la desigualdad con sus equivocadas políticas recortando oportunidades de desarrollo individual. Así, por ejemplo, el paro -una fuente terrible de desigualdad social- podría evitarse si los mercados de trabajo no fueran tan rígidos y los empresarios tuvieran más facilidades -¡todas las facilidades!- de contratación y despido. Y todavía más oportunidades habría de creación de empleo -y riqueza para todos- si los gobiernos apostaran sin tapujos por la productividad y la competitividad de las empresas, rebajando impuestos, recortando gastos sociales, privatizando servicios públicos y apuntando al déficit cero. Esta justificación de la desigualdad es tan falsa como cierto es el hecho de que han sido precisamente los gobiernos que más han promovido políticas desreguladoras de los mercados laborales y fiscalmente estimuladoras de la oferta los que más han provocado aumentos de la desigualdad.

Diógenes, cada vez que pasaba por el mercado, se reía porque decía que le causaba mucha gracia y a la vez le hacia muy feliz, ver cuantas cosas había en el mercado que el no necesitaba.

La defensa de los individuos y de las comunidades, de los arboles y de las semillas, contra el dogmatismo de las ideas; la defensa de los ríos y los bosques contra las arrogancias del mercado mundial.

El amor es normalmente un intercambio favorable entre dos personas que consiguen lo máximo de cuanto pueden esperar, teniendo en cuenta su valor en el mercado de las personalidades.

La cuestión de la integración no es cuestión de agrandar los mercados, sino de tener una voz potente en el mundo. – Nos tenemos que juntar por el susto, para hacer algo en el mundo que se nos viene.

Las ranas hibernan bajo el agua extendiendo su lengua como en el Checara medra. Que esto te sirva para reconocer a los promotores de la conciencia-de-la-rana del mercado espiritual.

La segunda justificación de la desigualdad la convierte en el necesario precio de la libertad. En un mundo regido por el libre mercado y asentado en el sacrosanto principio de la libertad de elección, un Estado intervencionista podría imponer políticas redistributivas y regulaciones igualitaristas, pero solo lo lograría a base de cercenar esa misma libertad individual, a base de recortar las opciones sobre las que elegir. Este argumento es tan falso como cierto es el hecho de que la desigualdad implica ella misma una falta de libertad, tanto más profunda cuanto más dramática sea esa desigualdad. Porque falta de libertad -de decidir, de hacer y aun de rechazar- es lo que tiene el trabajador precario que apenas llega a fin de mes y no sabe si mañana conservará su empleo; es lo que sufre la mujer sometida al marido y desfavorecida y discriminada en toda suerte de oportunidades de vida; es lo que padece el desempleado de larga duración, que soporta el estigma social de la dependencia del subsidio público (si es que lo tiene). Falta de libertad es lo que tiene el pobre que depende de la exigua caridad de sus congéneres. Falta de libertad es lo que sufre el subordinado (en la jerarquía de la empresa, por ejemplo) cuando tiene que comulgar con ruedas de molino porque necesidades o deseos vitales para él dependen de la voluntad de su superior. Falta de libertad, en fin, es lo que padece el que vive con permiso de otro. No olvidemos el dicho de Juvenal: 'Hay muchas cosas que los hombres, si llevan la capa remendada, no se atreven a decir'. El mundo contemporáneo, porque distribuye de forma tan groseramente desigual recursos, oportunidades y riqueza, padece un hondísimo problema de falta de libertad.

La cuestión de la integración no es cuestión de agrandar los mercados, sino de tener una voz potente en el mundo.

Sabía usted que el carro eléctrico fue retirado del mercado en 1998. ¿Por qué seria?

Cuanto mas codiciado por el mercado mundial, mayor es la desgracia que un producto trae consigo al pueblo latinoamericano que, con su sacrificio, lo crea.

La crisis económico-social y el consiguiente aumento de la pobreza tiene sus causas en las formas que consideran las ganancias y las leyes de mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad de las personas y de los pueblos.

Era un mercado de amor, unos cuantos dólares para saber el gusto del sabor de una cama compartida con las mujeres sin nombre.

Sabía usted que el carro eléctrico fue retirado del mercado en 1998. ¿Por que seria?

Aunque los profesionales son capaces de extraer una cantidad considerable de la riqueza de los aficionados, algunos seleccionadores de acciones, en su caso, tener la habilidad necesaria para ganarle al mercado constantemente, año tras año.

El discípulo Caber canta: Abandona tus ventas y tus compras, oh, santo., deja ahí tus beneficios y tus perdidas pues no hay tiendas ni mercados en el país adonde te encaminas.

Ocupamos el templo con el dios Mercado, el nos organiza la economía, la política, los hábitos, la vida y hasta nos financia en cuotas de tarjeta la apariencia de felicidad.

No importa en que dirección se mueva el mercado, Dios es siempre mejor que el oro.

Existe un mercado de rápido crecimiento con productos saludables y sustentables para el medio ambiente y servicios relacionados de todo tipo (desde materiales para construcción de casas hasta alimentos) y de comercio justo.