La iluminación espiritual

Siete reflexiones espirituales

LA FUERZA REDENTORA DE CRISTO

  1. El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. El Universo es una proyección amorosa de Dios. Saquemos conclusiones.
  2. Conciencia Universal, Dios, Alá, Manitú, Tao, Amor, Energía Cósmica....Podríamos utilizar mil nombres, y ¿cambiaría algo eso? ¿Acaso es el alma hija de los nombres de su Creador?
  3. La manzana ignora el nombre del árbol que le dio existencia. Y qué? ¿Evita eso que aquella sea una verdadera manzana? ¿Cambia, acaso, la esencia de árbol el que le llamemos de otra manera?...Ni siquiera el nombre manzano es el mismo en los diferentes idiomas, pero viendo su fruto, conocemos el árbol. No es necesario más...Cuando conozcamos nuestra alma con toda claridad conoceremos al Único.

    De la misma manera que un fruto es donación de un árbol, la conciencia lo es de la Conciencia del Uno. Pero el fruto no pertenece a la esencia que llamamos árbol, ya que existen árboles que no dan frutos, y frutos que nacen de arbustos.La conciencia humana, sin embargo, ¿puede decir lo mismo respecto a la Conciencia Universal?
  4. Lo absurdo del ateísmo vulgar consiste en negar la esfinge que de Dios han fabricado las castas sacerdotales y las iglesias, dando por hecho que tal caricatura es una idea cabal del Ser Supremo, descubierto a través del intelecto, y denunciado aquí como caricatura. Justamente es la credibilidad que muchos de los intelectuales y científicos otorgan y otorgaron en el fondo a las iglesias lo que les desorientó y les convirtió en ateos... de una caricatura. ¿Cómo gastaron tantas energías - y siguen gastándolas - para combatir semejante idea de Dios?... ¿Era tan difícil adivinar que la idea de un Ser Creador y omnipresente no podía ser tan simple como la que exhibían toda clase de clérigos?...Era demasiado burda y utilitaria, y poco razonable, como correspondía a sus inventores. Mas, cuando ciertos intelectuales y científicos llevados por un deseo de verdad quisieron desenmascarar la falsedad de las iglesias y penetrar en el santuario de sus mentiras derribaron la esfinge que servía de parapeto a los eclesiásticos. Entonces cantaron victoria, pero ¿sobre quién?... ¿Sobre Dios?.... En los territorios del conocimiento humano, sin embargo, se abrió una enorme brecha, y muchos que creyeron las conclusiones de los líderes del pensamiento, se hicieron también ateos de esa caricatura. Hasta en el interior de las Iglesias hubo deserciones de aspirantes a clérigos, desengañados de la esfinge y sus adoradores, a la vez que las inmutables verdades de la Ciencia se cambiaban tras cada nuevo descubrimiento siglo a siglo y aún varias veces en el mismo tiempo.
  5. La filosofía de la Muerte de Dios, proclamada por el ateísmo, no pasa de ficción literaria, sin embargo cuenta en su haber con numerosos cadáveres. Humanos, naturalmente.
  6. Asombra comprobar cómo los hombres, que tan habitualmente desconocen quiénes son verdaderamente, en lo más profundo, se indignen, resentidos, por no comprender a Dios, o por pensar que Dios es incomprensible.
  7. ¿Se pueden medir los avances de la mediocridad humana observando el tipo de lecturas que se compran, los programas televisivos que se ofertan, las conductas poco civilizadas y la pobreza comunicativa que manifiestan? Y si hiciéramos esa medición ¿qué podríamos hacer, sino preguntarnos por qué escasean tanto los genios y los espíritus libres en nuestro tiempo?... ¿Existe una decadencia generalizada de la Humanidad como especie, un retroceso evolutivo programado?... ¿En qué aspectos sobresale en lo cotidiano eso a lo que llamamos alma?..A largo plazo existe, como sabemos por Cristo, toda la esperanza. Y su Reino de Paz en la Tierra. También sabemos que nosotros, los hijos de la Caída, volveremos a nuestro origen por la fuerza redentora de Cristo presente en cada uno. Pero en los plazos para el regreso, como en todo, Dios respeta nuestra libertad.

    Cada uno es libre de coger los trenes que prefiera, lentos o rápidos; que vayan en línea recta o que tracen muchas y tormentosas curvas, y eso hará que los trayectos sean más largos o más cortos, con más o menos ventura y felicidad... En cada caso, los compañeros de viaje serán diferentes en cada viaje, pues cuando uno elige un camino está eligiendo también a sus acompañantes.