La iluminación espiritual

Naturaleza divina

LA VIDA ETERNA DIVINA

  1. Cada ser humano es un espíritu que tiene un alma y habita en un cuerpo, es decir, cada uno de nosotros es un espíritu, viviendo una experiencia humana.
  2. Cada uno de nosotros como seres humanos estamos hechos de un espíritu que mora en nosotros, éste es de la misma naturaleza de Dios.
  3. El espíritu es la emanación de Dios en nosotros, es el aliento de vida, es la verdadera esencia de lo que somos, es nuestra naturaleza divina.
  4. La espiritualidad hace referencia a una conexión con lo divino, a esta conexión le podemos llamar una unión o conexión consciente con Dios.
  5. El espíritu del hombre posee una fuerza sobrenatural que trasciende todo lo común, éste tiene vida inmortal que nada puede destruir.
  6. La espiritualidad hace referencia a lo universal, todo lo contrario a los intereses personales y egocéntricos, nos lleva a interesarnos en el bienestar de todos.
  7. La espiritualidad no es un asunto de desarrollo personal, la espiritualidad trasciende al ego en sí mismo, ya que busca un significado universal.
  8. Así nuestro espíritu será el puente establecido entre este mundo natural y la vida eterna divina, es la parte de nosotros que se conectará con el Creador.
  9. Los principales objetivos como seres espirituales conscientes, serán guardar la relación con la verdad por un lado y por el otro la unidad con los demás.
  10. Por otro lado y contra de las creencias y expectativas populares, el poder material no proporciona a la personas ningún sentido de seguridad y confianza.
  11. Se puede afirmar que las personas más poderosas cegadas espiritualmente, son las más inseguras, vulnerables a la enfermedad, accidentes y muerte.
  12. Las personas materiales en su afán de poder y control por lo general terminan por deshacerse de quienes consideran sus competidores y enemigos.
  13. El resultado de todo ello es la destrucción de sí mismos y de los demás, tal ha sido el estado de este mundo en distintas épocas hasta la actualidad.
  14. Ya que cuando en la vida de una persona se incorpora el poder y la competencia, se pueden convertir en poderosas fuerzas de destrucción y violencia.
  15. Aquí se experimentará preocupación excesiva por nosotros mismos, por el éxito, la posición social, aceptación de los demás, todo hasta un punto extremo.
  16. En cambio la adquisición del conocimiento espiritual nos concede victoria sobre la ignorancia dotándonos de una fortaleza que no se desvanece.
  17. Así conscientes de nuestra naturaleza espiritual llegaremos a experimentar que cada uno de nosotros somos una sola e indivisible realidad.
  18. Desde esta perspectiva nos daremos cuenta que hemos sido realmente creados para conocer y amar, evitando todos los estereotipos y prejuicios.
  19. Las personas espiritualmente conscientes experimentan un sentido profundo de unidad, ejerciendo las facultades de conocimiento, amor y voluntad.
  20. Teniendo conciencia espiritual seremos una lámpara para quienes andan en tinieblas, una alegría para los entristecidos y un mar para los sedientos.
  21. Un hogar para el forastero, un bálsamo para el que padece, un par de ojos para el ciego y una luz de guía para los pies de los que yerran.
  22. Así seremos un lucero sobre el horizonte de la virtud, un rocío para la tierra, una corona sobre la frente de la fidelidad y un pilar del templo de la rectitud.
  23. Con esta conciencia pasaremos por alto las faltas y deficiencias ajenas, amaremos incondicionalmente y aceptaremos a los demás sin deseo de cambiarlos.
  24. En esta sintonía espiritual debemos trabajar por toda la humanidad, amarla, luchando por la paz, la justicia, la unidad en diversidad y fraternidad universal.
  25. El estilo de vida espiritual contribuye a ser moderados en la pablara, rectos en nuestro juicio, mostrando mansedumbre y lealtad con los que nos rodean.
  26. Así dondequiera que las personas se ven atraídas por esta misma fuente de significado, inspiración y amor, la intimidad que nos une será aumentada.
  27. Así con este conocimiento sabremos que nuestra verdadera naturaleza proviene de nuestro espíritu y nuestro cuerpo es tan solo un vehículo temporal.
  28. Ya que el espíritu del hombre aparece y se manifiesta dentro del cuerpo material y después de dejar el cuerpo él espíritu regresa con el Creador.