La iluminación espiritual

Las papas moraleja milenaria

MAHATMA GANDHI

Imagen; Las papas moraleja milenaria; Mahatma Gandhi

PAPAS EN LA MOCHILA

Un bello cuento antes de leer Mahatma Gandhi

Un día, el maestro nos pidió de tarea que lleváramos papas crudas y una bolsa de plástico. Nos dijo que pusiéramos en la bolsa plástica una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento y escribiéramos su nombre en ella. Nos pidió que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas en la mochila. ¡Algunas bolsas eran realmente pesadas!

Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa a todo momento me demostró claramente el peso que cargaba a diario en mi corazón y en mi vida debido al resentimiento. También aprendí como, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla, desatendía cosas que eran mas importantes para mi.

Este ejercicio me hizo pensar sobre el precio que pagaba por no perdonar algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, sin darnos cuenta que los primeros beneficiados somos nosotros mismos.

Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra mochila sentimental.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos diariamente a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces al primero que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron como hubieras querido que fuesen.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.

No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.

Los tres pensamientos de Gandhi

Pensamientos que contribuyen a hacer un mundo mejor

Si cada uno de nosotros pudiera retomar (pero sobre todo, llevar a la práctica) lo mejor de los pensadores más destacados, seguramente la humanidad tendría otro curso.

Gandhi fue un activista político como pocos, cuyo ejemplo prácticamente no ha encontrado parangón. Como un pensador consecuente, Gandhi no solo se dedicó a exponer sus ideas, sino que, además, procedió con el ejemplo, llevando una vida pacífica, sencilla y solidaria con los más necesitados de su país, India.

A continuación, compartimos algunos de los pensamientos más notables de este gran referente moral, a quien comúnmente se lo nombra como Mahatma (alma grande).

Amor, vida y perdón

Gandhi hablaba del amor como sentimiento humano, no solo se refería al de la pareja, los hijos, los amigos, los vecinos, sino en general, al amor universal, hacia todo el género humano. Él pregonaba con el ejemplo, siendo solidario con sus congéneres humildes y en desgracia.

También profesaba el perdón como un atributo de los valientes, enfatizando que el débil nunca puede perdonar. ¿Has encontrado personas que prefieren vivir en el resentimiento, antes que perdonar a quienes los han ofendido? Gandhi perdonaba a sus perseguidores y tenía el valor de defender sus principios para seguir sus ideales.

El producto de la tierra y la codicia del hombre

Gandhi vivió siempre en la humildad, sin ostentaciones y con gran sencillez. Una de sus máximas era que la tierra ofrece lo suficiente para satisfacer la necesidad humana, mas no la codicia del hombre. La devastación de tierras y la sobreexplotación de recursos son una muestra de lo que Gandhi quería expresar con esa sencilla frase.

Las religiones y sus seguidores

Hoy en día existen millares de religiones con los mejores principios. Mahatma Gandhi hablaba de las contradicciones en las que suelen caer los practicantes de cualquier religión, que se comportan de manera contraria a lo que indica la religión que profesan. Gandhi decía: Me agrada tu Cristo, pero no tus cristianos, porque ellos no se parecen a tu Cristo.

Persevera y lograrás tu propósito

Muchas personas se quedan a la mitad del camino hacia su meta cuando se encuentran con obstáculos. No son capaces de avanzar ante las adversidades y prefieren claudicar.

En una de sus máximas, Gandhi expresa los pasos a seguir para lograr lo que uno se propone: Primero te ignoran, luego se ríen de ti y después te combaten. Al final, tú ganas.

¿Eres consecuente con lo que piensas?

Decir y hacer no siempre va de la mano. Te habrás encontrado con individuos que alardean de ser pacíficos, pero que no actúan en consecuencia. O aquellos que se dicen humildes y son ostentosos. Pero también hay quienes disfrutan haciendo exactamente lo que pregonan, y parecen ser lo que más armoniosamente viven.

A eso se refería Gandhi cuando decía que: La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces concuerdan en armonía.

La venganza ciega al mundo

Vengarse contra los que te ofenden no siempre es la mejor solución. La mayoría de las veces la venganza genera más violencia y un problema de nunca acabar. Al respecto, Gandhi reflexionaba: Seguir la ley del ojo por ojo termina cegando al mundo.

Si todos pudiéramos seguir estas máximas
¿Te imaginas cómo sería nuestro mundo?


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