La iluminación espiritual

La iluminación espiritual ahora

LA ILUMINACIÓN DEL BUDA

Hace 2.500 años vivía en el norte de la India un príncipe que se llamaba Siddharta. Su padre siempre había tenido la esperanza que fuera un gran gobernador. Sin embargo Siddharta comenzó a manifestar inquietudes espirituales. Preocupado, su padre busco formas de hacerle tomar mas interés en el mundo. Le consiguió una bella esposa, le construyo palacios hermosos, le dio todos los lujos de la época. Sin embargo, Siddharta se quedaba insatisfecho. Le faltaba algo. Sentía que la vida debía tener mas sentido.

Según las leyendas, un día salió del palacio con su auriga y desde el coche vio un hombre enfermo. Sorprendido le pregunto al auriga: ¿Qué le pasa a aquel hombre? ¿Por qué esta tan pálido, temblando y sudando? Y el auriga respondió que estaba enfermo, que todos nosotros podemos enfermarnos en cualquier momento. Siddharta se quedo impresionado pensando ¿Para qué vivimos si podemos perder la salud de repente? Las leyendas dicen que fue la primera vez que había visto un hombre enfermo, tanto le había protegido su padre, sin embargo es poco probable que fuera así. Podemos decir que se dio cuenta de la enfermedad como si fuera por primera vez. Así también cuando salió dos veces mas y vio un hombre viejo y luego un hombre muerto. Le impresiono por primera vez el hecho de que todos nosotros tenemos que envejecer y morir. ¿Cómo podía seguir con su vida tan frívola si todo termina con la muerte? El próximo incidente según los cuentos tradicionales fue salir y ver un mendigo religioso. Durante la época del Buda había una tradición bastante establecida de renunciar la vida mundana y convertirse en una especie de ermitaño que se llama shramana. Cuando Siddharta vio el shramana le impresiono mucho la expresión de paz y calma en su rostro y pensó este debe ser un sendero para entender el misterio de la vida y la muerte, y para superar la insatisfacción que siento con mi vida.

Entonces, en secreto planeo de renunciar a su vida de lujo, dejar de ser príncipe y perseguir su búsqueda espiritual como shramana. Como quería mucho a su familia le costo tomar la decisión de dejarla pero se dijo que algún día regresaría para compartir los frutos de su búsqueda con ellos. Habiendo salido del palacio comenzó su vida como mendigo religioso. La primera vez que comió el alimento que daban a los mendigos vomitó: tenía el estomago acostumbrado a comidas finas. Pero no le importó ya que tenía una determinación resuelta a seguir con su búsqueda. Buscó un maestro y encontró un guru famoso que le enseñó a meditar. Pronto dominó las meditaciones por lo que el maestro se dio cuenta que Siddharta era un discípulo excepcional y que no tenía mas que enseñarle. Le ofreció compartir el liderazgo del grupo. Pero Siddharta no se sentía satisfecho. Las meditaciones eran muy sublimes pero sintió que todavía no había llegado a la verdad. Encontró otro maestro que le enseñó como progresar mas con la meditación, y este guru también quiso que Siddharta compartiese la instrucción de sus discípulos. Sin embargo todavía sentía que había algo más. Decidió tomar otro camino. En la India existía, y todavía existe, la creencia que la mortificación de cuerpo puede liberar el espíritu. Siddharta se dedicó a este camino con la misma determinación que se había aplicado a la meditación. Practicó todos los ascetismos que había... dejó de comer, torturó el cuerpo y llegó a tener la fama de ser el seguidor de aquel camino más extremo de todos. Siguió así durante seis años.

Un día cuando intentó andar cayó de bruces y no podía levantarse. Tenía el cuerpo terriblemente debilitado por los abusos y la falta de comida durante tanto tiempo. Mientras se encontraba boca abajo en el barro, reflexionó y se dio cuenta que estaba muy cerca de la muerte. Su cuerpo no podía resistir mucho más. También se dio cuenta que sus esfuerzos habían sido infructuosos. No iba a alcanzar la verdad por aquel camino tampoco, se había equivocado. ¿Pero cómo seguir con su búsqueda? Había probado todo. De repente recordó un momento de su niñez, cuando estaba en el campo y entro espontáneamente en un estado de meditación. ¿Puede ser éste el camino? Decidió alimentarse bien para tener el cuerpo sano y seguir su búsqueda a través de la meditación no forzada, espontanea, natural. Cuando comenzó a comer de nuevo sus discípulos y compañeros lo dejaron disgustados y Siddharta se encontró completamente solo otra vez. Pero no le importo: había descubierto el camino medio entre los extremos del lujo excesivo y la auto-mortificación.

Un día, después de haber recuperado su salud caminaba al lado de un río y vio un árbol enorme y hermoso, rodeado por sombra y tranquilidad y pensó este es el sitio. Se sentó debajo del árbol y se preparo para meditar. Las tradiciones dan descripciones del Buda enfrentando espíritus malignos que querían desviarle de su camino, como por ejemplo se ve en la película el pequeño Buda. Todo esto representa el Buda superando los últimos obstáculos que le impedían ganar la Iluminación. En estos momentos cruciales Siddharta demostró la misma determinación de siempre. Era la noche de la luna plena del mes Hindú Wessac que corresponde a abril o mayo de nuestro calendario. Meditó durante toda la noche y cuando abrió sus ojos por la mañana ya no era un ser humano normal sino un Buda, el despierto. Había transcendido todas las limitaciones humanas y se había establecido en la profunda experiencia de la Realidad que transciende todas las dualidades: vida y muerte, tiempo y espacio, yo y tu. Después de pasar un tiempo asimilando su experiencia comenzó a buscar personas que pensó podrían entender lo que él había logrado. Tenía que usar palabras para expresar lo que va mas allá de las palabras pero con persistencia logró comunicar a otros como despertar a la verdad, comenzando la gran tradición que hoy en ida se conoce como Budismo.