La iluminación espiritual

Jiddu Krishnamurti

JIDDU KRISHNAMURTI

Madanapalle, Andhra Pradesh, India, 12 de mayo de 1895
Ojai, California, Estados Unidos, 17 de febrero de 1986

Fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.

Krishnamurti nació en la ciudad de Madanapalle, Andhra Pradesh, en la India colonial, y fue descubierto en 1909, cuando aún era un adolescente, por Charles Webster Leadbeater en las playas privadas del centro de la Sociedad Teosófica de Adyar en Madrás, India. Posteriormente fue adoptado y criado bajo la tutela de Annie Besant y C.W. Leadbeater dentro de la Sociedad Teosófica, quienes vieron en él a un posible Líder Espiritual. Sin embargo, rehusó ser el mesías de un nuevo credo, hasta que en 1929 disolvió la orden creada para ese fin.1​ Alegaba no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico. Pasó el resto de su vida como conferenciante y profesor viajando por el mundo y enseñando sobre la mente humana, tanto a grandes como a pequeños grupos y creando sus propias Fundaciones. Fue autor de varios libros, entre ellos La libertad primera y última libertad, La única revolución y Las notas de Krishnamurti. A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia, y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. Su última conferencia fue dada un mes antes de su muerte en 1986.

Paradójicamente, sus continuadores fundaron varias escuelas, en la India, Inglaterra y Estados Unidos; y tradujeron a varios idiomas muchos de sus discursos, publicándolos como libros filosóficos.

Esas escuelas (algunas de nivel elemental en la India y de nivel medio en Inglaterra) se fundaron en vida de Krishnamurti, con su aprobación, dirección y apoyo; además, constantemente las visitaba. Mantenía correspondencia con ellas de manera periódica. Esas instrucciones fueron publicadas por editorial Edhasa (España) con el nombre de Cartas a las escuelas (En dos tomos). Todos los años se publicaban las conferencias del año anterior en vida de Krishnamurti. Según su biógrafa (Mary Lutyens) él mismo revisaba los escritos antes de ser publicados. Los primeros libros se publicaron como verbatim report o Talks by Krishnamurti year... sin un título específico. Años más tarde los editores les pusieron títulos de fantasía como La Libertad Primera y Última, etc. Hay una decena de libros que fueron escritos (o dictados a un grabador cuando su pulso se deterioró con los años) entre los cuales no se encuentra La Libertad Primera y Última que consiste en una recopilación de trozos de sus conferencias. Además de las mencionadas Cartas a las Escuelas, fueron escritos de su puño y letra Comentarios sobre el vivir (tres tomos) y los Diarios en tres tomos.

Nacimiento

Jiddu Krishnamurti vino de una familia telugú de línea brahmánica. Nació un 12 de mayo en un pequeño pueblo situado a 250 kilómetros al norte de Madrás. Como octavo hijo, fue nombrado según la tradición ortodoxa hindú, en honor de Sri Krishna quien había sido un octavo hijo.​

Su padre, Jiddu Narianiah, graduado en la Universidad de Madrás y empleado del departamento de rédito inglés, alcanzó la posición de colector de renta y magistrado del distrito. Sus padres, estrictos vegetarianos, eran primos segundos. De los once hijos que tuvieron solo seis sobrevivieron a la infancia.

Juventud

En 1903, su familia se muda a Kadapa y Krishnamurti enferma de malaria, una enfermedad que le traería secuelas durante muchos años. En 1904, su hermana mayor muere, a la edad de 20 años. En sus memorias, él describe a su madre como hasta cierto punto psíquica; y cómo ella veía y conversaba con su hija muerta. Krishnamurti también manifiesta hablar con su hermana muerta en varias ocasiones. En diciembre de 1905, su madre, Jiddu Sanjeevamma, muere en Kadapa, cuando Krishnamurti tenía 10 años de edad. Krishnamurti dice: Puedo decir que vi a mi madre después que ella muriera (Lutyens, p 5)

Narianiah, a pesar de ser un Brahamanico Ortodoxo, se hizo miembro de la Sociedad Teosófica en 1906 (La teosofía abraza todas las religiones): (Lutyens, p 7). Todo esto sucede mientras Helena Blavatsky fue la líder del movimiento en la India. Narianiah se retira a finales de 1907 y escribe a Annie Besant, recomendándose como vigilante de 260 acres que la sociedad posee en el estado de Adyar. Él tenía cuatro hijos varones y Annie Besant pensó que podrían distraer sus labores. Continúa haciendo requerimientos hasta que fue aceptado como un asistente de la Secretaria de la Sección Esotérica. Su familia, incluido él mismo, sus cuatro hijos y un sobrino se mudaron el 23 de enero de 1909.3​ Meses después, Krishnamurti fue descubierto por Charles Webster Leadbeater, quien creyó que era el vehículo esperado.

Influencia de Leadbeater

Este descubrimiento crea algunos problemas con Hubert van Hook (b 1896), hijo del Dr Weller van Hook, un cirujano de Chicago, y el Secretario General de la Sociedad Teosófica de los Estados Unidos. Hubert también fue elegido por Charles Webster Leadbeater y fue llevado a la India para entrenamiento especial. Cuando encontraron a Krishnamurti, Hubert fue apartado. (Lutyens, p 12)

Leadbeater tenía reputación de estar demasiado a menudo acompañado de adolescentes. Hecho que fue negado vehementemente por Annie Besant. El chisme terminó en escándalo en 1906 y Leadbeater debió dejar la Sociedad Teosófica. Posteriormente fue reincorporado por votación. (Lutyens, p 15)

Hubert y la Sra. Van Hook, su madre, también llegaron a Adyar y se instalaron ahí por algún tiempo.

Separación del padre

Krishna, o Krishnaji, como era conocido, y su hermano Nitya fueron educados por la Sociedad Teosófica. Posteriormente fueron llevados a Inglaterra para completar su educación. Su padre, impulsado por el afecto que sentía hacia él, disputó la custodia de su hijo. Como resultado de este pleito, fue separado del cargo en la sociedad. Krishna y su hermano siguieron viajando por el mundo.

El proceso

En 1922 le deparaba un gran vuelco. Ese año viaja junto a su hermano Nitya a Estados Unidos, hasta una propiedad de la organización ubicada cerca de Santa Bárbara, California. Allí Krishnamurti iba a sumergirse en el intenso despertar espiritual que cambió el curso de su vida.

Este despertar espiritual es presenciado y testimoniado por Nitya, quien describe que su hermano padecía fuertes dolores, se desmayaba, llamaba en lengua nativa a su madre, pedía que lo llevaran al bosque de la India y hablaba de la presencia de seres poderosos. Nitya afirma que era evidente un vaciado de la conciencia de Krishnamurti, junto a momentos en que sentía una gran presencia.

El 17 de agosto sentí un dolor agudo en la base de la nuca y tuve que reducir mi meditación a quince minutos. El dolor, en vez de mejorar como había esperado, empeoró. El clímax fue alcanzado el día 19. Yo no podía pensar, no era capaz de hacer nada, y mis amigos me obligaron a permanecer en cama. Luego quedé casi inconsciente, aunque me daba cuenta muy bien de lo que sucedía a mi alrededor. Volvía en mí diariamente cerca del mediodía. Ese primer día, mientras estaba en tal estado y más consciente de las cosas que me rodeaban, tuve la primera y más extraordinaria experiencia. Había un hombre reparando la carretera; ese hombre era yo mismo, yo era el pico que él sostenía, la piedra misma que él estaba rompiendo era parte de mí, la tierna hoja de hierba era mi propio ser y el árbol junto al hombre era yo. Casi podía sentir y pensar como el hombre que reparaba la carretera, podía sentir el viento pasando a través del árbol, y la pequeña hormiga sobre la hojita de pasto. Los pájaros, el polvo, y el mismo ruido eran parte de mí. Justo en ese momento pasaba un auto a cierta distancia; yo era el conductor, la máquina y las llantas. Conforme el auto se alejaba, yo también me alejaba de mí mismo. Yo estaba en todas las cosas o, más bien, todas las cosas estaban en mí, las inanimadas como las animadas, las montañas, el gusano y toda cosa viviente, describirá Krishnamurti más tarde.

Hacia el fin de sus terribles dolores, sostiene haber tenido visiones del Buda, de Maitreya y de otros maestros de la jerarquía oculta, según aseguraba Nitya en una carta a Annie Besant.

El proceso de Krishna ha dado ahora un definitivo paso adelante. La otra noche (...) todos sentimos un gran embate de poder en la casa, (...) Krishna vio al Señor y al Maestro; pienso que también vio la Estrella brillando afuera esa noche, porque todos nosotros experimentamos una intensa sensación de reverente temor (...). Después Krishnamurti me dijo que la corriente comenzó como de costumbre en la base de su espina dorsal y alcanzó la base posterior de su cuello, luego una parte pasó al lado izquierdo y la otra al lado derecho de la cabeza, y por fin se encontraron ambas en la frente; Cuando se encontraron, desde su frente surgió una llama. Ese es el desnudo resumen de lo que ocurrió; ninguno de nosotros sabe lo que ello significa, pero el poder era tan inmenso esa noche, que parece señalar una etapa definitiva. Presumo que debe significar la apertura del tercer ojo.

Como futuro instructor del mundo mantenía una agenda de viajes a diferentes países, particularmente vinculada con convenciones de la Sociedad Teosófica. En estas actividades, se hacía acompañar por su hermano. Sin embargo, el destino no quería darle paz; el 13 de noviembre de 1925, en medio de una tempestad, sobrevino la muerte de Nitya.

Krishnamurti quedó destrozado; sollozaba, gemía y lloraba a gritos por su hermano. Con su madre muerta, exiliado de su padre y demás hermanos a quienes no había vuelto a ver, su pequeño Nitya había sido su única familia y su querido compañero.

Pero no era solo esa la fuente de su desesperación. También había puesto la vida de su hermano en manos de los grandes maestros espirituales Maitreya y el Buda, ante quienes consideraba tener acceso directo a través de practicas esotéricas junto a Mrs. Besant y Mr. Leadbeater. Más aún, ellos mismos, que también afirmaban tener acceso a esos planos del espíritu, habían asignado a Nitya a un papel de acompañante en el trayecto del futuro mesías.

Todo esto hace desmoronar como un castillo de naipes sus creencias de acceso a las predicciones de sucesos futuros, y sobre el propio destino mesiánico que le había asignado la Sociedad Teosófica. Su fe en los maestros y en la jerarquía oculta experimenta en ese momento una revolución total.

Crear un mundo nuevo

A continuación se muestra parte de un texto extraído de un diario de Krishnamurti titulado El libro de la vida,[cita requerida] en el que se resume en gran medida el motivo que principalmente impulsó a Krishnamurti a difundir su mensaje por todo el mundo: el deseo de liberar al hombre y al mundo.

Si hemos de crear un mundo nuevo, una nueva civilización, un arte nuevo, no contaminado por la tradición, el miedo, las ambiciones, si hemos de originar juntos una nueva sociedad en la que no existan el tú y el yo, sino lo nuestro, ¿no tiene que haber una mente que sea por completo anónima y que, por lo tanto, esté creativamente sola? Esto implica, ¿no es así?, que tiene que haber una rebelión contra el conformismo, contra la respetabilidad, porque el hombre respetable es el hombre mediocre, debido a que siempre desea algo; porque su felicidad depende de la influencia, o de lo que piensa su prójimo, su gurú, de lo que dice el Bhagavad Gita o los Upanishads o la Biblia o Cristo. Su mente jamás está sola. Ese hombre nunca camina solo, sino que siempre lo hace con un acompañante, el acompañante de sus ideas. ¿No es, acaso, importante descubrir, ver todo el significado de la interferencia, de la influencia, ver la afirmación del yo, que es lo opuesto de lo anónimo? Viendo todo eso, surge inevitablemente la pregunta: ¿Es posible originar de inmediato ese estado de la mente libre de influencias, el cual no puede ser afectado por su propia experiencia ni por la experiencia de otros, ese estado de la mente incorruptible, sola? Únicamente entonces es posible dar origen a un mundo diferente, a una cultura y una sociedad diferentes donde puede existir la felicidad.