La iluminación espiritual

No se trata de imitar a Cristo

POR: ANTHONY DE MELLO

Imagen; No se trata de imitar a Cristo; Anthony De Mello

LA IMITACIÓN

La meditación y la imitación externa del comportamiento de Jesús no sirven.
No se trata de imitar a Cristo, se trata de convertirse en lo que Jesús era.
Se trata de convertirse en Cristo, de ser consciente, de comprender lo que sucede en usted.

Todos los otros métodos que usamos para cambiar podrían compararse con empujar un automóvil. Supongamos que tenemos que viajar a una ciudad distante. Por el camino el automóvil se descompone. Qué lástima; el automóvil se descompuso. De manera que nos remangamos y empezamos a empujar el automóvil. Y empujamos, y empujamos, y empujamos, hasta que llegamos ala ciudad distante. Bueno decimos, Lo logramos. Y después empujamos el automóvil ¡hasta otra ciudad! Ustedes dicen: bueno, llegamos, ¿no es verdad? Pero ¿a eso llaman ustedes vida? ¿Saben lo que necesitan? Necesitan un experto, un mecánico que levante la tapa y cambie el sistema de encendido. De modo que cuando ustedes muevan la llave del encendido, el automóvil se mueva.

Ustedes necesitan al experto. - Necesitan comprensión, visión, consciencia - no es necesario que empujen. No se necesita ningún esfuerzo. Por eso la gente se cansa tanto, se fatiga. A ustedes y a mí nos prepararon para estar insatisfechos con nosotros mismos. Psicológicamente de ahí proviene el mal. Siempre estamos insatisfechos, siempre estamos descontentos, siempre estamos empujando. Continúen, hagan más esfuerzo, más y más esfuerzo. Pero siempre hay ese conflicto interior; hay muy poca comprensión.

NO SEAS FOTOCOPIA

No imitéis a nadie, ni siquiera a Jesús. Jesús no era copia de nadie. Para ser como Jesús, has de ser tú mismo, sin copiar a nadie, pues todo lo auténtico es lo real, como real era Jesús.

La culpabilidad y la crítica no existen más que en la mente de la cultura. Las personas que menos se preocupan de la vida de ahora, de vivir el presente, son las que más se preocupan por la venidera.

Preocúpate por estar despierto, vive el ahora y no te importará el futuro. Cuando tu mentalidad cambia, todo cambia para ti a tu alrededor. Lo que antes te preocupaba tanto, ahora te importa un bledo, y, en cambio, vas descubriendo cosas maravillosas que antes te pasaban desapercibidas.

Lo que más les preocupa a las personas programadas, es tener la razón. Tienen miedo de perder sus ideas, en las que se apoyan, porque les da pavor el riesgo, el cambio, la novedad y se agarran de sus viejas ideas porque ya están fosilizadas.

Nuestra vida se convierte en un lío porque tomamos como realidad lo que no son más que programaciones que no sirven para nada y nos agarramos a ellas porque no sabemos descubrir otra cosa. En el fondo tenemos una gran inseguridad, y para sentirnos mejor, vamos a consultar a los que creemos que saben más que nosotros, creyendo que ellos nos van a solucionar los problemas. Pero los problemas, que solo existen en nuestra imaginación, solo despertando los solucionaremos.


RELACIONADOS

«No se trata de imitar a Cristo»