La iluminación espiritual

Biografía de George Bernard

GEORGE BERNARD SHAW

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GEORGE BERNARD SHAW

Los animales son mis amigos... y yo no me como a mis amigos.

El verano de 1946 parece haber sido un aniversario de aniversarios y memoriales. La Vegetarian Society estaba viendo su centenario y dando a sus miembros anuncios de antemano de sus planes de celebración.

Pero la gran historia de la edición de julio del Vegetarian Messenger fue el tributo a George Bernard Shaw, que celebraba su cumpleaños 90 el 26 de ese mes. El llevaba, por aquellos tiempos, 66 años siendo vegetariano y fue elogiado como uno de los grandes pensadores y dramaturgos de su época. "Ningún escritor desde la época shakespeariana ha producido tanta riqueza literaria dramática, tan grandiosa en expresión, tan profunda en pensamiento y con tales posibilidades dramáticas como Shaw". El escritor fue un vegetariano extremo, anti-diseccionista y opositor a los deportes crueles.

CITAS

Al ser preguntado por qué era vegetariano: OH, vamos! Esa bota está en la otra pierna. ¿Por qué deberías pedirme cuentas por comer decentemente? Si me cebara con cadáveres chamuscados de animales, muy bien podrías preguntarme porqué lo hacía. - The Vegetarian, 15 de Enero de 1898

Un poema atribuido a Shaw, pero discutido por algunos...

TUMBAS VIVIENTES

Somos las tumbas vivientes de bestias asesinadas,
masacradas para satisfacer nuestros apetitos.

Nunca nos detenemos para preguntarnos en nuestro festín,
si los animales, como los hombres, pueden tener derechos.

Pedimos los domingos tener luz,
que guíe nuestros pasos en el camino que llevamos.

Estamos enfermos de la guerra, no queremos luchar -
la idea de ello llena nuestros corazones de espanto
y aun así, nos llenamos con la muerte.

Como cuervos de carroña vivimos y nos alimentamos de carne,
sin importarnos el sufrimiento y el dolor
que causamos al hacerlo, si así tratamos a
los animales indefensos por deporte o trofeo,
cómo podemos esperar que este mundo tenga
la paz por la que decimos estar tan ansiosos.

Pedimos el fin de las hecatombes
a Dios, mientras ultrajamos la ley moral,
así la crueldad procrea a su vástago -
LA GUERRA.


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