La iluminación espiritual

La familia

La esposa

Una nota familiar antes de leer a Jiddu Krishnamurti.

La familia se había reunido para cenar, y el hijo mayor anunció que iba a casarse con la vecina de enfrente.

  • ¡Pero si su familia no le dejó una perra...!, objetó el padre.
  • ¡Ni ella ha sido capaz de ahorrar un céntimo!, añadió la madre.
  • ¡Y no sabe una palabra de fútbol!, dijo el hermano pequeño.
  • ¡Jamás he visto a una chica tan cursi!, dijo la hermana.
  • ¡No sabe más que leer novelas!, dijo el tío.
  • ¡No tiene gusto para vestir!, dijo la tía.
  • ¡Se lo gasta todo en maquillaje!, dijo la abuela.

Todo eso es verdad, dijo el muchacho.
Pero tiene una enorme ventaja sobre todos nosotros.

¿Cuál?, exclamaron todos.
Ella es libre no tiene familia...

Gandhi decía que la libertad de la patria le importaba un bledo, porque lo importante es la libertad del hombre. Tenía una visión clarísima de las prioridades: primero Dios y descubrir ese tesoro que está dentro del hombre. Decía: Tengo para mí que el fin de la vida es la visión de Dios, y he de conseguirlo, si es preciso, sacrificándolo todo: familia, patria y hasta la vida.

Jiddu Krishnamurti, sobre la Familia

Está la búsqueda objetiva de la seguridad por medio del poder egoísta basado esencialmente en el temor y, por lo tanto, en la explotación. Si ustedes consideran nuestro sistema actual, verán que es solo una serie de explotaciones astutas del hombre por el hombre. La familia se vuelve el centro mismo de la explotación. Por favor, no interpreten mal lo que entiendo por familia. Entiendo el núcleo que hace que ustedes se sientan seguros, lo cual requiere que exploten al vecino. La familia, que debería ser la verdadera expresión del amor, no de la exclusividad, se convierte en el instrumento de la propia perpetuación egoísta. Desde este sentido de la familia se desarrollan las clases sociales, la superior y la inferior, y los medios de adquirir la riqueza acumulada en manos de unos pocos.

Pregunta: La familia es el armazón de nuestro amor y codicia, de nuestro egoísmo y división. ¿Qué lugar ocupa ella en su esquema de las cosas?

Krishnamurti: Ahora bien, si hay verdadera convivencia entre dos personas, lo cual significa que entre ellas hay comunión, lo que tal cosa implica es enorme. Entonces no hay aislamiento; entonces hay amor, no responsabilidad ni deber. Las personas que están aisladas detrás de su muro son las que hablan de deber y responsabilidad.

El hombre que ama, no habla de responsabilidad; ama. Por lo tanto comparte con otro ser su alegría, su dolor, su dinero, ¿Son así nuestras familias? ¿Existe comunión directa con su esposa, con sus hijos? Es obvio que no, señores. La familia, por consiguiente, es una simple excusa para que continúe su nombre o tradición, para que ella les brinde lo que necesitan, sexual o psicológicamente. La familia resulta, pues, un medio de auto perpetuación, de que continúe su nombre. Esa es una clase de inmortalidad, un género de permanencia.

También se utiliza la familia como medio de satisfacción. Exploto cruelmente a los demás en el mundo de los negocios, en el mundo político o social fuera de mi hogar; y en mi hogar procuro ser bueno y generoso.; ¡Qué absurdo! O si el mundo resulta demasiado para mí, deseo la paz y me voy a casa; sufro en el mundo, y vuelvo al hogar para tratar de hallar consuelo. Me valgo, de la convivencia como medio de satisfacción, lo cual significa que no quiero ser perturbado por mis relaciones.

Eso es, pues, lo que ocurre, señores, ¿no es así? En nuestra familia hay aislamiento, no comunión; y por lo tanto no hay amor. El amor y el sexo son dos cosas diferentes, lo cual discutiremos en otra oportunidad. En nuestro aislamiento podremos desarrollar una forma de altruismo, una devoción, cierta bondad, pero es siempre detrás del muro, porque más nos inquietamos por nosotros mismos que por los demás. Si se interesasen por los demás, si estuvieran realmente en comunión con su esposa, con su esposo, y por lo mismo fuesen abiertos al prójimo, el mundo no se hallaría en esta miseria. Es por eso que las familias en el aislamiento se vuelven peligrosas para la sociedad.