La iluminación espiritual

El meditar

POR: MAURICIO AMAYA

Imagen; El meditar; Mauricio Amaya

MEDITACIONES

Cuando leí el nuevo reto de LA ILUMINACIÓN al colocar el tema de LA MEDITACIÓN para esta semana, inmediatamente me acobardé. Ni modo, tema muy complejo que pertenece a personas muy avanzadas en un arte que todos deberíamos aprender. Declarado lego en la materia, me apresuro a contar, como siempre con inmenso respeto, algunas experiencias que espero contribuyan a la vida de las personas.

UNA PRIMERA EXPERIENCIA

Se hacía llamar Fashman. Era un disco de tamaño de 33 rpm pero andaba a la velocidad del de 78. Era un proceso de relajación desde el dedo gordo del pié, pasando por tobillos, gemelos, caderas, todas las partes del pecho, cuello, hasta llegar a la coronilla. Hacía repetir: Éste es el dedo gordo de mí pié derecho (así con cada músculo, órgano, articulación)… me pertenece, siento que él se relaja… ya no lo siento…. Y terminaba uno flotando en el aire, como pluma al viento suave de tarde fresca.

Buscaba tranquilizar el alma

Tenía música de fondo suave (uso ahora Claro de Luna de varios, pero prefiero a Beethoven, los Conciertos Brandemburgueses de Bach, Primavera de Vivaldi, entre otros)… pasaba por presentar una imagen plácida con paisajes armónicos y terminaba con la paz que pretendía el proceso.

MÉTODO SILVA DE PODER MENTAL

Respaldado por argumentos científicos, decía, buscaba llevar las ondas mentales de Alfa, las que normalmente utilizamos en nuestros momentos cotidianos y racionales, a ondas Beta, más pausadas, largas, que permiten, dice, entrar a experiencias de intuición, de aprovechar el lóbulo derecho (¿o izquierdo?) del cerebro, el no racional, el de las sensaciones, de la anticipación, de la influencia sobre el comportamiento propio y de lo que nos rodea.

Energía mental

El método es muy sencillo: usted cuenta, inicialmente, de 100 a 1, concentrado en los números. Si quiere, se los imagina. Esto nos lleva a ondas Beta que nos permite desear, con ahínco y convencimiento, las cosas que queremos.

Se supone que con una experiencia varias veces repetida, arranca de 80, de 50. Voy en 20 y, la verdad, es efectivo, con las variantes a continuación.

LAS ANTERIORES Y OTRAS

Caricatura no exacta

Practicaba con mis alumnos de emprendimientos empresariales. Iniciábamos con Silva, para llevarlos a estados de receptivos. Seguía con Fashman, dentro de lo que se entendía que la relajación los llevaría a Beta. Agradecíamos a Dios, las personas y partes de la naturaleza, ratos podían disfrutar de la ambrosía del éxito. Terminaba Fashman con la alegría y la placidez del paisaje de armonía, amor, tranquilidad…..

¡Uf!. Era una fantasía la renovación de los jóvenes alrededor de sus anhelos. Creían, por fin, en lo que hacían.

LA ORACIÓN, MÉTODO DE PAZ

Orar, hablar con Dios, exige mucha humildad. Si es verdad que Dios, Cristo, es quien sabe todo, nunca le pido cosas específicas. Hágase Tu Voluntad, como dice el Padrenuestro.

A veces no comprendo la oración de Cristo en el Monte de los Olivos: Si es posible quitar de Mí este cáliz…., decía, cuando Él, más que nadie, sabía su destino.

¿DOCTORCITO, UDTED HA ECUCHADO EL MAR?

Estaba, una tarde, a eso de la modorra de las 4 de la tarde mirando la mar. En esas se me acercó Zamorano, afro descendiente ya de edad, y me pidió que le ayudara a pintar el nombre que quería en un costado de su panga.

Nada experto en esas labores artísticas, busqué la manera de excusarme para esa labor. Un poco de somnolencia y mucho de impotencia, no lograron armar los suficientes argumentos para convencerlo.

Mary, es el nombre que quiero a mi panga, me indicó. Ah, Mary, corta se insinuaba la labor ante su insistencia que ya más parecida una orden.

Una brocha y un tarrito de pintura eran las herramientas con que contaba. Pronto me di cuenta de que la encomienda era más complicada de lo que en un principio creía. La concavidad del lateral hacía que la obra se diseñara con perspectiva. Ah difícil armar letras uniformes que desde afuera pudieran ser vistas sin deformación.

Pero Zamorano insistía con un convencimiento y confianza que no sabía de dónde yo podía inspirarle….. un par de horas para terminar y bautizar el Mary que, como es de suponer, bastante fea quedó, a mi parecer, aunque la sonrisa de Zamorano (siempre esos dientes que se antojan más blancos por contraste con esa piel oscura) mostraba una enorme satisfacción.

Me dijo, doctorcito, ¿ha escuchado el mar? (con ese acento tan lleno de melodía, juego de tonos, comiéndose algunas consonantes de la gente de influencia del Pacífico colombiano). Vaya preguntica, ¿que si yo había escuchado el mar?, pues claro que sí, decía en mis adentros. cómo así que si he escuchado el mar?…. sí, doctorcito, ¿usted ha escuchado el mar?, insistió, como era su costumbre.

Me acordé de la clase de pintura con la italiana sobre los colores del mar. A lo mejor me estaba perdiendo algo, de modo que lo mejor era hacerle caso.

Me llevó a uno de los costados de la bahía, un tanto alejado del pueblo y nos sentamos encima de un tronco ya seco que en la playa había sido arrastrado y quedado allí seguramente para estos menesteres de contemplación y solas.

Es la bahía muy cerrada en que el extremo que se ve a la derecha de la misma la denominan Punta Mariposa porque allí revientan las olas haciendo estelas de miles de goticas que por efecto del sol a ciertas horas, forman un cuadro multicolor muy parecido a ese artrópodo.

Traté de decirle algo al cabo de un rato, pero él me indicó con el dedo que hiciera silencio. Seguí mirando el mar y escuchando las pequeñas olas que casi llegaban a mis pies…… pero, al rato, también escuché las olas que llegaban unos metros más lejanos formando nuevos tonos con un ritmo diferente.

Luego, las olas de más allá….. y más allá, todas confundiéndose en tonos roncos, graves y menos graves hasta formar, con las olas que reventaban en Punta Mariposa, toda una orquesta sinfónica de miles de instrumentos que hacían eco en mi alma creando sensaciones ya muy cerca de lo sublime. Era descubrir melodías, instrumentos, ritmos, tonos que jamás había escuchado.

No sé cuánto tiempo había pasado…. Pero ya estaba oscuro. Me volteé para tratar de decirle a Zamorano lo que sentía, pero él ya no estaba ahí. No supe a qué horas se había ido. Intenté concentrarme nuevamente, pero un poco de paranoia ante la soledad y la oscuridad me obligó a ir al pueblo.

Al entrar, con un caminar lento y lleno de sensaciones y una extraña melancolía, vi a Zamorano departiendo unas cervezas con varios nativos. Él me miró y sonrió (ah, esos dientes) y siguió con sus amigos, hablando y riendo.

Pero con esa mirada y esa sonrisa, estoy seguro que me dijo:

Doctorcito, ya escuchaste el mar

ANOCHECER EN SAPZURRO

Vivía en las oficinas de Telecom. Frente a la casa, había un almendro que en pleamar quedaba dentro del mar. Este frondoso árbol tenía unas ramas largas de las cuales colgábamos una hamaca, lugar del cuento que adjunto.

En resumen, el sol se fue poniendo y las luces de la luna producían en pequeñas las olas, miles y miles de incandescencias que llenaban el alma.

Tarde solariega, ardiente
Tarde de tierras y mar
Es la Bahía de Sapzurro
En el Golfo de Urabá

Y era el mar en la bahía que en la noche se insinuaba
El que en mi corría todo
Con gaviotas
Con pelícanos
Que en la tarde oscura y fresca
A su nido ya volaban

Y la luz en occidente
Se perdía

Yo,
En mi hamaca recostado
No era noche ni era día

Apareció la luna
Esa luna majestuosa
Del blanco color brillante
Rebotaba con las olas
Haciendo mil candelillas
Y las mil fueron mil miles
Y se volvieron millones
Como luciérnagas vivas
Iluminaron la noche

Me recostaba en la playa
Encontrando nuevos modos
De ver el mar encendido
Con todas mis ilusiones

Y oí una ola en la playa
Debajo de mis pies descalzos
Y escuché el mar en la tarde
Cantándome sus canciones

Eran cien olas cercanas
Que también multiplicaban
Los ecos de olas lejanas
Que lejos ya reventaban

Y todos ya se juntaron
Los miles de luces miles, la ola cerca y lejana
Haciendo más grande el concierto
Con voces y con bengalas
Con todas las voces todas, con todas las luces todas
El gran concierto del alma

La luna se fue escondiendo
Tras las rocas que flotaban
Y se ocultaron las luces
En la mar cerca y lejana

Pensé que había sido un sueño
Cuando las luces se fueron
Pero yo seguía escuchando
El concierto de las olas
El concierto de las olas
Tan cercanas, tan lejanas

A la mar me metí cantando
Las notas que me inspiraban
Las noches de mi Sapzurro

En el Urabá esa tarde, en esa noche, ese instante
En que toqué con mi mano
El cielo que había encontrado
En una tarde de ensueño
En la mar fresca y brillante
Desde mi hamaca de viajero
Y en mi tarde no olvidada

Nota: A continuación sigue un hermoso comentario de una persona muy allegada al autor del articulo, me uno a el, porque en cierto sentido coincidimos con los conceptos claves en el articulo.

Que lindo lo que escribiste y que experiencia tan linda viviste. Tocaste la punta del cielo y tu espíritu reconoció una pequeña maravilla de Dios hecha para ti. Sentiste esa paz que sobrepasa todo entendimiento y el momento se hizo sublime, marcó tu vida haciéndolo eterno. Ese momento fue perfecto porque permitiste que tu espíritu volara y se deleitara con la perfección divina. Te dejaste llevar por el ángel de DIOS que te quiso sorprender, que te quiso mostrar cuanta perfección nos rodea y cuan cerca está DIOS de nosotros. Sentiste el amoroso abrazo de DIOS.

Experiencia indescriptible, inimaginable, sorprendente, única, espiritual, sublime, divina, perfecta, eterna. La experiencia del amor de DIOS en ti. El amor de DIOS hecho para ti, solo para ti, únicamente para ti, amor único, irremplazable, inimitable, inagotable.

Ahora, en cuanto a tu inquietud respecto a la frase de Jesús antes de enfrentar su destino, antes de cumplir en su totalidad el propósito de Dios, antes de morir; cuando en presencia del Padre reconoce la debilidad humana que en ese momento tenía y subiendo al monte de los Olivos y postrado de rodillas, ora al Padre diciendo " Padre, si quieres, pasa de mi esta copa pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle " (Lucas 22:42,43). Jesús, fue enviado al mundo por el Padre para salvarnos, para rescatarnos del pecado y restablecer la relación del hombre con el DIOS PADRE que se había roto con el pecado y era necesario que su sangre fuera dada por nosotros para purificarnos.

En ese momento Jesús, que ya sabía (siempre lo supo) el propósito de su venida al mundo y que sabia que su vida tenía que dar por nosotros, sabia perfectamente lo que habría de pasar y en ese momento sabe que el final está cerca. En su parte humana (JESÚS) clama al Padre y le dice "... Padre, si quieres pasa de ni esta copa..." porque sabía lo que tenía que vivir, sabía el sufrimiento tan terrible que se le acercaba al cual no podía renunciar porque era el Salvador del Mundo; tenía que padecerlo por obediencia al DIOS PADRE, " Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad el que me envió..." (Juan 6:38), tenía que pasarlo por amor a nosotros. Tenía que lavar nuestro pecado para darnos la oportunidad de llegar al Padre nuevamente, de darnos la oportunidad de la salvación eterna. Debía hacerse la voluntad del Padre.

"Porque de tal manera amó DIOS al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió DIOS a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él" ( Juan 3: 16, 17)

Unos días antes del pasaje de oración en el Monte de los Olivos, JESUS le habló a los doce discípulos diciéndoles "He aquí subimos a Jerusalén y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará. Pero ellos nada comprendieron de estas cosas..."

El tenía que lavar el pecado con su sangre porque sino ningún hombre tendría vida eterna, ningún hombre llegaría al Padre. Jesús con su sangre abrió las puertas de los cielos para nosotros. Por eso la sangre de JESUS, la que derramó en la cruz, nos permite llegar confiadamente a los pies del PADRE, nos hizo dignos. El pagó el precio de nuestros pecados con su sangre, el compró nuestro derecho a la salvación.

Tu experiencia en sabzurro te mostró las delicias de lo sublime, engrandeció tu espíritu y tu libertad tocó las puertas del cielo "el espíritu es el que da vida..."... y vida eterna en abundancia. "el viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, más ni sabes de dónde viene, ni a donde va, así es todo aquel que es nacido del espíritu..." (Juan 3:8) su melodía vino de dios para ti y para todos los que lo amamos.

MAYE - Amamos - MAYE


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