La iluminación espiritual

Curación para enfermos terminales

POR: PATROCINIO NAVARRO

Imagen; Curación para enfermos terminales; Patrocinio Navarro

LAS ALMAS LIBRES

Esta civilización tiene los días contados, literalmente hablando. No nos auto- engañemos. Todo es ya una cuestión de números, y seguro que ya se sabe por alguien experto en matemáticas y en las diversas leyes físicas y biológicas planetarias el tiempo preciso para que produciendo una determinada cantidad diaria de dióxido de carbono, como se está produciendo,- y se seguirá produciendo inexorable y progresivamente,- suba la temperatura de la Tierra un determinado número de grados que le aproxime a los 9 Fahrenheit, el punto crítico del Gran Desastre: el deshielo polar acelerado, las inundaciones costeras, lluvias torrenciales y sequías extremas, cambios de temperatura bruscos, problemas de salud global y diversos cambios climáticos irreversibles que ya han comenzado a manifestarse con virulencia. ¿No es esto ya bien visible aquí y allí cada día?

Ahora mucha gente comenzará a tomarse en serio eso del Apocalipsis que se viene profetizando desde hace mucho desde el mundo espiritual, que Cristo vaticinó haciéndolo coincidir con su venida espiritual, s. Juan predijo hace dos mil años, y Nostradamus mucho después. A la vez, manifestaciones en este sentido desde el mundo espiritual a almas elevadas, como la profetisa alemana Gabriele de Würtzburg, son difundidas en medios de comunicación diversos en todo el mundo. En ellas se denuncian los poderes negativos del mundo materialista y se proclaman los principios de los Diez Mandamientos y del Sermón de la Montaña como los pilares para la edificación de una nueva civilización pacífica, y ecológica regida por los principios del amor a Dios y del altruismo y el amor entre iguales según las reglas de haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti,No hagas a los otros lo que no quieras recibir tú mismo, Reza y trabaja.

La oración, la meditación y el trabajo constituyen los pilares para edificar una sociedad del amor, ya que estos son elementos que favorecen el desarrollo de la conciencia al margen de cualquier institución religiosa.

Ahora mucha gente comenzará a comprender que el modelo de desarrollo elegido por las sociedades capitalistas ha sido un grave error y ha fracasado en todos los frentes. Se ha basado en dos polos irreconciliables: se ha antepuesto el tener al ser, y la humanidad se ha dejado embaucar por los predicadores del tener, lo ha imitado y ha olvidado a su propio ser, olvidando así su conciencia, que es la voz del Ser, la voz de Dios en cada uno. Pero no del Dios de las iglesias institucionales y de las religiones y sectas jerarquizadas, sino del Dios del Amor y de la Verdad, que está por encima de las divisiones y poderes de aquellos hipócritas que dicen seguirle.

De haber seguido los Diez Mandamientos sencillamente, esta humanidad habría podido evitar este cambio climático doloroso. De haber tenido una referencia espiritual basada en el amor, no habría sido posible el egocentrismo y el exterminio de pueblos y recursos naturales. Pero para ello, el ser tendría que haber vencido al tener, la conciencia del amor a la presunción orgullosa del ego. Como tal cosa no ha sucedido, el Planeta y esta civilización son enfermos en fase terminal. Solo se pueden administrar calmantes.

Para quien cree en Dios y en la vida en el Más Allá este proceso es un momento de transición aceptado, un momento para reflexionar y poder evaluar la propia participación en el desastre general; un momento para el arrepentimiento y el cambio para superar lo demasiado. Una sociedad muere, pero otra sociedad emerge de sus entrañas. La forman los pacifistas, los ecologistas, los místicos, los buscadores espirituales, las almas libres que despiertan del sueño del materialismo, los que practican lo que hablan, los que hablan del Nosotros como valor contrapuesto al Ego.

Es hora de saber dónde estamos y con quién.


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